lunes, 14 de marzo de 2022

Cosas de Animales

      Hoy, como todos los domingos, he bajado al kiosco para comprar el periódico y después el pan (por ese orden, siempre). Hecha la compra he visto un grupo de gorriones que atacaban a una gorriona... Alertado por la algarabía de alas, picotazos y chillidos me percaté de que el objetivo del ataque tenía (espero que aún la tenga) una pluma blanca en la cola. Momentáneamente interrumpí la agresión y esa “rara avis” estaba exhausta: vuelos cortos, jadeante, con el pico abierto. Como creo que todo (hasta lo más nimio) puede ser fuente de aprendizaje, pensé (dicho sea sin ánimo de ofender) que las criaturas humanas podíamos aprender que el odio y la agresión a diferente bien está para los animales... Entre nosotros esa actitud no deberá aguantar ni tan siquiera el primer muletazo.