Hace unos días buscando información sobre la Piedad del Vaticano, del maestro Buonarrotti, descubrí que esta obra atesora una enorme simbología: María, muy joven, casi de la misma edad que Jesús (símbolo de pureza), muestra un rostro en el que no hay dolor y desgarro por la muerte del hijo sino que expresa melancolía, meditación... Y las manos, una sujetando el cuerpo de Jesús y la izquierda con la palma hacia arriba en señal de oración... Cuando leí esto caí en la cuenta de que todas las religiones colocan las manos en las más diversas posturas cuando están rezando. Pero sigamos buscando... ¿qué significan las manos pintadas en las grutas por nuestros ancestros hace miles de años? Los expertos no se ponen de acuerdo, Unos dicen que es arte figurativo, otros que tenían una finalidad propiciatoria en aspectos tan mundanos como la caza, la salud y el amor... Con total seguridad se puede afirmar que no eran la firma de los grafiteros de la época. Otra relación más jocunda, más alegre, más divertida, es la que hizo Sigmund Freud, el padre (y la madre) del psicoanálisis... Relacionó las manos con la sexualidad de las criaturas, de tal forma que a unas manos bonitas, arregladas, feas, desarregladas, etc. correspondería una sexualidad con las mismas características... serían un espejo y no del alma precisamente. A los curiosos que se les haya ocurrido leer esto los veo mirando más manos que un profesional de la quiromancia.
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