martes, 22 de marzo de 2022

Dedicatoria

   


     El objetivo de este blog (Instruir deleitando) viene en el nombre... encontraréis palabras, hechos y circunstancias quizá desconocidos y que intentaré explicar (sí, Paola, políglota es el que habla varios idiomas). Si al leerlo disfrutáis tanto como yo al escribirlo, lo del deleite también está conseguido. Este blog en ciernes quiero dedicarlo a los alumnos y alumnas que terminan este curso su etapa alfaguareña... No utilizo la palabra singladura, que es la que usan políticos y directivas de los institutos, porque se refiere al recorrido que hace un barco durante un viaje y, todavía, el Genil no es navegable... Bueno, hasta que Zambrano diga que quiere ver pasar barcos cerca de la Alfaguara... todo se andará. Pero no divaguemos. Los alumn@s de 4º (A y B, B y A que tanto monta) me han tratado con un respeto y un cariño que me ha llegado muy hondo; los alumnos de 2º de FPB (EE e IC, IC y EE, que tanto monta otra vez) han tenido una amabilidad y una disposición para hacer de "speaker" a la hora del recreo que me ha sorprendido (ya sabéis, los prejuicios: uff, los de la FPB). Los alumn@s que acceden al centro por la puerta Este (la del bloque) han soportado estoicamente el protocolo anticovid: termómetro, limpieza de calzado y limpieza de manos con hidrogel (el dichoso protocolo del termómetro me ha hecho sentir envidia... muchos se tienen que apartar el flequillo para que les pueda tomar la temperatura). Los de 1º, que también entran al centro por la misma puerta, aunque van mejorando aún no tienen esa pátina alfaguareña que irán adquiriendo con los años.

     En fin, termináis en Alfaguara pero sólo vuestra etapa académica... las puertas del centro estarán abiertas (y si no, las abro yo) siempre que queráis visitarnos y diréis que venís a vernos aunque luego terminaréis en la cafetería degustando un bocadillo de tortilla que, estoy seguro, echaréis mucho de menos. Muchas gracias.

     Quiero incluir en esta dedicatoria mi agradecimiento a la profesora de informática Victoria M. Mora del Valle, sin cuya ayuda no podríais leer esto. Gracias por su paciencia y por haber puesto en práctica lo de "instruir deleitando": me ha enseñado y yo he disfrutado aprendiendo.